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Bcádiz1812

Paseo virtual por Cádiz 1812

Notable participación extremeña en las Cortes de Cadiz

La aportación extremeña a la Constitución de 1812, doce diputados titulares y tres suplentes, que iniciaron la andadura de las Constituyentes reunidas el 24 de septiembre de 1810

 

cualquiera que consulte los Diarios de Sesiones de aquellos días, le maravillará la extraordinaria aportación de los diputados extremeños, reunidos en aquel minúsculo teatro de la Isla de León, en el origen y formación de la Constitución de 1812, cuyos pilares continúan sustentando, aún hoy, los fundamentos del nuestro sistema democrático.

El 24 de septiembre de 1810, los diez diputados presentes en la sesión de apertura de las Cortes Constituyentes bien pudieran protagonizar un auténtico Episodio Regional, puesto que, erigidos en protagonistas principales y muy destacados, pronto tomaron la iniciativa de los debates. Así, el sabio Diego Muñoz Torrero, ilustre hijo de Cabeza del Buey y rector de la Universidad de Salamanca con tan sólo 26 años, en el uso de su legendaria oratoria, expuso los principios que habrían de basar el nuevo régimen liberal, trasladados luego en el primer Decreto promulgado por aquellas Cortes. La renuncia al acta de diputado por parte del provecto Pedro Quevedo y Quintano, natural de Villanueva del Fresno y obispo de Orense, derivó, en su sustitución por el emeritense José María Calatrava, una doble ganancia: para las Cortes, donde además de un liberal se incorporaba un eminente jurista y para la región, que multiplicó su protagonismo con una figura de incuestionable altura intelectual. El primer acto de esta trama dejaba pues las espadas en alto entre absolutistas y liberales, atentos todos al protagonismo de nuestros extremeños.

Otro destacadísimo actor es Antonio Oliveros, de Villanueva de la Sierra y canónigo de San Isidro de Madrid, que ocupó parte de estos primeros días en atraer, sin resultado, al obispo rebelde para la causa liberal. Significado también Francisco María Riesco, elegido tras varios empates entre la terna correspondiente a la Junta Superior de Extremadura, fue inquisidor decano del Tribunal de Llerena, de donde era natural, y rugiente defensor del Santo Oficio. Como miembro de la Comisión que elaborara el proyecto de Constitución, destacó el almendralejense y masón Francisco Fernández Golfín, vástago del IV marqués de la Encomienda y militar desde el vientre materno. Su contrario bien pudiera ser el fernandino capitán de las milicias urbanas de Zafra, Manuel María Martínez de Tejada. El también capitán, aunque retirado, regidor de Mérida, Alonso María de la Vera y Pantoja, acompañó al de Badajoz, Mariscal de Campo y Caballero de Alcántara, Gregorio Laguna Calderón de la Barca, como representante de las ciudades con voto en Cortes, puesto que la forzada interpretación de la Ley electoral por el tercero en discordia, el regidor interino de Plasencia, Antonio Alonso Varona, finalmente no fue aceptada, retirándosele sus poderes. Atentos a todo el proceso constituyente, también presentes este día, el cacereño abogado de los Reales Consejos y luego secretario de Cortes, Juan María Herrera y el primer Secretario Manuel Mateo Luján, natural de Castuera y voluntario en la lucha contra los franceses, que intervino con igual ardor en los posteriores debates en torno a la abolición de la Inquisición.

Esta selecta presencia pronto se acrecienta con José Casquete de Prado, de Fuente de Cantos, obispo de Cisamo y presidente de las Cortes durante un mes, y con el abad de Cabañas, Gabriel Pulido Carvajal, sustituto de José Chaves y Liaño, natural de Bienvenida, arruinado en su odisea por tomar posesión del acta que correspondía en primera instancia a Juan Capistrano Chaves y Vargas, muerto en su hacienda de Trujillo tras una grave enfermedad que le postró a las puertas de Cádiz.

Estos son, en esencia los pares extremeños: doce diputados titulares y tres suplentes, que iniciaron la andadura de las Constituyentes reunidas el 24 de septiembre de 1810 y cuyo mérito ha sido justamente reconocido y ensalzado por los historiadores, por lo que modestamente opinamos que su memoria, dentro de los previsibles fastos que ocuparán el bicentenario de la Constitución de 1812, debiera ser difundida por los poderes públicos como ejemplo de la aportación de Extremadura a la configuración de los principios y libertades del constitucionalismo español.

Goya y la Cónstitución de 1812

Alegoría de la Constitución de 1812
Titulo: España, el Tiempo y la Historia, 1812-14foto Autor: Francisco José de Goya y Lucientes
Museo: Museo Nacional de Estocolmo
Caracteristicas: Oleo sobre lienzo 294 x 244 cm.

No es muy habitual que Goya pinte escenas alegóricas, aunque sí realizó alguna a lo largo de su carrera. Su faceta más conocida como retratista hace que estas imágenes adquieran un mayor valor por su originalidad. Sobre un fondo nebuloso encontramos tres figuras: el Tiempo – con las alas desplegadas – nos trae a España a primer plano, mientras con su mano izquierda sujeta un reloj de arena con la ampolla superior llena para indicarnos que comienza una nueva era; España, vestida de blanco y con un pronunciado escote, porta en su mano derecha un pequeño libro – la Constitución de Cádiz del año 1812 – y en la izquierda un cetro, dando a entender la superioridad de la Carta Magna sobre el poder monárquico; en primer término aparece la Historia, desnuda al ser también la imagen de la Verdad, tomando nota del acontecimiento mientras pisa los antiguos textos legales de una época ya pasada. Goya nos muestra su carácter liberal de manera abierta, sin ningún tipo de tapujos, poniendo todas sus esperanzas en el Texto Constitucional que rompía con el Antiguo Régimen e inauguraba la España liberal. Desgraciadamente, Fernando VII no la aplicó y la famosa “Pepa” – llamada así porque la Constitución se promulgó el día 19 de marzo de 1812, festividad de San José – cayó en saco roto. Aunque la temática de la obra tenga tintes neoclásicos al emplear figuras alegóricas, el estilo al que recurre Goya es el característico de los años de la Guerra de la Independencia – véase las Majas al balcón.

 

¿Cómo era la cocina 1812?

El Cádiz de las Cortes vivió el nacimiento de la gastronomía como ciencia. La ciudad asediada contempló la generalización del mercado libre de alimentos, lo que significó el origen de «la moderna cocina libre".

He aquí una serie de recetas de la época, con ingredientes modernos y al alcance de todos

 

Corvina del Doce (receta de 1812)

Ingredientes: 1 Kg de corvina. Una cebolla mediana, Dos-tres ajitos, cilantro, algo de pan rallado y el zumo de una naranja amarga, aceite y sal. ½ kilo de habas.

Modo de hacerla:

La corvina se trocea, y se le quita la piel y el hueso central, dejándola en taquitos. En una cazuela con aceite, se ponen a pochar los ajos y las cebollas, y cuando estén, se les añaden las habas peladas, y se deja hacer lentamente. Luego se echan los trozos de corvina con sal, el pan rallado y el cilantro. Se deja hacer unos 10-15 minutos a fuego medio. Y casi al final, se le añade el jugo de una naranja agria. Este plato data de 1812, y lo he tomado del blog Cocina gadiana del Doce

 

Ajo de berenjenas (Receta del Doce)

Esta es una receta contenida en el libro “Cocina y gastronomía en el Cádiz de las Cortesde Manuel Ruiz Torres

Ingredientes: 1 kg de berenjenas, 1 pan de cundi pequeño asentado (yo aconsejo la mitad del pan), 2-3 dientes de ajo, algo del caldo de la cocción de las berenjenas, 200 centilitros de aceite de oliva (casi un vaso), sal y un chorrito de buen vinagre.

 Se cuecen las berenjenas troceadas y sin piel. Se corta el pan, añadimos las berenjenas cocidas y algo del caldo de cocción, el ajo y la sal y se tritura todo añadiendo el aceite de oliva y el vinagre al gusto. Se toma frío, pero caliente también está fantástico.

Para los no gaditanos aclararé que un cundi es el nombre del pan blanco de Cádiz por antonomasia.  En Sevilla, a este pan se le suele llamar bollo. Su característica exterior es sobre todo el acabado de sus extremos en pico. A la barra de pan se le llama “Manolete”.

 "Castañas con arroz" Receta de 1812

Receta original: Poner en remojo las castañas pilongas para que se pongan tiernas. Escurridas se ponen a cocer hasta que estén tiernas. Se pone en sartén un poco de aceite, y ahí se fríe una corteza de pan y un gajo de cebolla, que ya fritos, se tiran. En ese aceite, se echa el arroz y las castañas y se marean un poco, añadiéndose agua hasta que esté tierno el arroz. Al final, se condimenta con especia al gusto, al y algo de miel.

Receta adaptada.

Ingredientes:
100 g de arroz, 200 g de castañas peladas. 100 cc. de aceite de oliva, 1 casco de cebolla, 1 rebanada de pan, 1 clavo, 1 cucharadita de anís en grano, 1 cucharadita de jengibre en polvo, 1 hojita de laurel, sal, 1 cucharada de miel y agua.

Elaboración:

Cocer en agua con sal las castañas hasta que estén tiernas, escurrir y reservar. Poner el aceite a calentar, dorar el casco de cebolla y la rebanada de pan, cuando estén dorados retirar(es para suavizar el aceite).

Rehogar el arroz con las castañas en este aceite, luego mojar con agua caliente e ir removiendo, conforme absorba el agua, ir añadiendo más sin parar de mover, añadir las especies. Nos debe quedar cremoso, cuando esté tierno poner la miel y mezclar bien, poner a punto de sal.

Receta del Aula de Gastronomía de la oficina del Bicentenario 1810-1812 , adaptada por el departamento del Consorcio Escuela de Hostelería de Cádiz.

MANJAR IMPERIAL

 

(pag.16) Del Libro: Dirigido al serenísimo Rey Don Fernando de Nápoles. Compuesto por maestre Ruberto su cocinero mayor.

Fue sacado este tratado de lengua catalana en nuestra lengua materna, vulgar castellano. En la ciudad de Toledo estando en ella el Emperador Don Carlos, nuestro señor, donde se acabó a ocho días del mes de Julio, año de 1.525 y fue enmendado en la ciudad de Logroño por el mismo que lo hizo imprimir en Toledo. Año de 1.529.

 Para media docena de escudillas. Tomar media azumbre de leche y media libra de arroz molido y cernido y media docena de huevos las yemas solas. Poner la leche, la harina de arroz a cocer en un cazo. Traerlo siempre a una mano hasta que esté bien batido fuera del fuego y deshecho; y esto antes de ponerlo a cocer al fuego; y después echarle la media libra de azúcar dentro. Ponerlo a cocer al fuego de brasas apartado de la llama por qué no le alcance humo y desde que vaya espesando se saca fuera del fuego. Tomar las yemas de los huevos bien batidas y echarles una cucharada de leche y desatarlas bien y echarlas en el manjar poco a poco echado y trayéndolo todavía a una mano. Tornarlo a las brasas y que acabe bien de espesar y después de hecho sacarlo fuera del fuego y dejarlo allí a reposar. Si se quiere comer, escudillar luego; y echar sobre las escudillas azúcar y canela.

Receta actualizada del Manjar Imperial

El Manjar Imperial, formaba parte de un conjunto de elaboraciones llamadas Manjares, que contenían pescado o carnes. Para distinguirlos de estos platos, se adoptó a finales del siglo XVIII, el nombre de Natillas, ajustándose a la definición del DRAE de 1.803. La adición de anís corresponde a una innovación del siglo XIX, según refleja la receta Natillas a la Española

NATILLAS

Ingredientes:

6 Yemas de huevo.

1 litro de leche.

1/2 palo de canela.

1 piel de limón.

200 grs. de azúcar

25 grs. de harina de arroz.

1 chorrito de anís dulce.

Canela molida.

Galletas.

 Elaboración:

Reservar un vasito del litro de leche y el resto llevarlo a hervir con la piel de limón y el palo de canela. Una vez empiece a hervir, retirar del fuego y dejar en infusión durante unos minutos. Retirar la canela y la piel de limón. En una olla verter el vaso de leche que tenemos apartada, disolver la harina de arroz, las yemas y el azúcar. Agregar la leche caliente a chorro fino sin parar de batir. Llevar la olla al fuego con la mezcla y una vez empiece a hervir, dejar cocer unos instantes, apagar el fuego y añadirle el anís, mezclar muy bien y repartirlo en los recipientes al que habremos puesto unas galletas. Espolvorear con canela molida y servir una vez este frío.

 

GAZPACHO CALIENTE

 

Referida por el Teniente de Navío, José Emilio Pardo, hermano menor de Mariano Pardo de Figueroa (Dr. Thebussem), en epístola remitida a su familia desde el enclave español de Cavite (Filipinas) el 28 de Agosto de 1.871, mientras se gestaba el Motín de Cavite.

Estoy tan bueno, y empicado en el gazpacho caliente, el cual hace el cocinero muy bien hecho, enseñado por mí. Lo tomo a las cinco de la mañana antes de ir al barco. Me sirve de desayuno.

Cocidos unos tomates en agua junto con una rebanada de pan del día anterior, se despellejan los primeros, a los que en el momento de introducir en el agua se les había hecho una cruz con el cuchillo para facilitar esta tarea, y se reserva la segunda. En el dornillo se hace un majado con pimientos, ajos y sal. A este se le añaden los tomates y el pan majándolos igualmente. Se vierte todo en un lebrillo que se termina de llenar con pan partido a pellizcos o rebanadas. Se agrega agua hirviendo de la que se empleó para cocer los tomates y se espera unos minutos para que se esponje. Se sigue majando, se hace un hoyo en el centro y se vierte aceite. Se mezcla. El lebrillo debe taparse luego con un trapo. Una vez reposado, se puede añadir agrio de naranja y unas tiras de pimientos asados.

Receta actualizada del Gazpacho Caliente

 Ingredientes:

 1 diente de ajo grande.

1,3 kg. de tomate rojo.

2 pimientos de freír.

1 kg. de pan.

300 ml. de aceite de oliva.

Sal.

Agua.

Naranja agria.

Pimientos asados.

Elaboración:

Llevar a hervir una cazuela con agua. Cuando levante, sumergir en ella los tomates con una pequeña incisión en la piel para luego facilitar el pelado, junto a dos rebanadas del pan. Retirar los tomates y el pan. Pelar los tomates y reservar.

En un dornillo majar los pimientos junto con el ajo y un poco de sal, una vez bien majado se le añade el pan cocido y los tomates, y sin dejar de majar se le añade el resto del pan cortado a pellizcos. Cuando todo esté incorporado se le agrega el agua de cocer los tomates, se deja que esponje y luego se le añade el aceite, se mezcla bien y se tapa, dejándolo reposar unos minutos. Por último se le adiciona un chorreón de zumo de naranja agria y se sirve con unas tiras de pimiento asado.

BACALAO EN COLORADO

 El bacalao (Gadus Mohrua) formaba parte de los pescados llamados “ceciales” (salados y secos) y constituían la alimentación básica de productos marinos que se tomaban tierra adentro y por imperativos religiosos. En Cádiz, se conocía desde la colonización fenicia y su salazón formaba parte del suministro de la Flota de Indias. El empleo del pimentón corresponde a sus cualidades saborizantes y conservantes descubiertas en las primeras importaciones (finales del XV), si bien su utilización extensiva no se produce hasta el XIX.

Después de limpio se cuece el bacalao y después en una cazuela se pone y por encima se le echa pimiento molido, pan rallado, perejil y cebolla; un poco de limón y si no está salado se le añade el agua con que ha hervido y si no agua dulce y aceite en crudo. Se debe procurar que la salsa esté espesita.

  PAPAS EN SALSA

 Las papas llegan a Europa en el año de 1.571 como curiosidad botánica, aun sabiendo desde mucho tiempo atrás que formaba parte de la alimentación básica de los indios americanos. Poco tiempo después (1.573) se cultivaban en España y se prueban como alimento en un hospital religioso de Sevilla, resultando desagradable a los enfermos. No es, sin embargo, hasta bien entrado el siglo XVIII, cuando se cultivan en la provincia de Cádiz como alimento de sustento básico. La relación de mercadería procedente de las Indias, el mes de Enero de 1.812, describe una entrada de 1.162 arrobas de papas (13.363 Kg.)

.Cocidas ya las papas y cortadas, ténganse lo más caliente posible. Se deslíe harina de papas con manteca, caldo, sal, y pimienta, en poco fuego. Tan luego como esta salsa esté suficientemente ligada, se añadirá, si se quiere, alguna anchoa picada o alcaparras, y con ella se regarán las papas. Sírvanse lo más caliente posible.

Receta actualizada de Papas en Salsa

Receta elaborada de acuerdo con la original anónimo de 1.882. Se amplía con la descripción de las cantidades necesarias y la sustitución de la harina de papas por la maicena.

PATATAS EN SALSA

 

Ingredientes:

1 kg. de patatas cocidas.

50 gr. de manteca de cerdo.

50 gr. de maicena.

1 litro de caldo de ave.

2 cucharadas de alcaparras picadas.

1 cucharada de anchoas picadas.

Sal y pimienta.

 Elaboración:

Poner en una cacerola amplia, la manteca y la maicena, rehogar un poco, añadir el caldo caliente mientras se va removiendo con una varilla, dejar cocer esta crema unos minutos, luego añadir las patatas y por último las alcaparras y las anchoas, rectificar de sal y pimienta y servir caliente.

1 Extraído del libro “Medina Sidonia y su Cocina. Algunos Recetarios del siglo XIX. Pag. 15.

 2 Extraído del libro “Reliquias Culinarias 1.880” Celestina cocinera que fue de la Casa de los Marqueses de la Calle

 3 Extraído del Libro “Cocina Española, Francesa, Inglesa e Italiana (1.882) Anónimo.

 

 

 

 

Constituciones españolas, 1812, 1978

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 Sumaos a la celebración del Bicentenario constitucional y utilizad las imágenes para conocer los textos íntegros de las dos Constituciones, que han marcado el rumbo de España. La primera, "La Pepa" de 1812 y la que nos devlvio nuestros derechos y puso en claro nuestros deberes en 1978.