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Obras del IV Gran Concurso de Microrrelatos
- Detalles
- Última actualización el Viernes, 24 Mayo 2019 16:17
- Publicado el Martes, 09 Junio 2015 09:58
- Escrito por Nieves Ballesteros
- Visto: 2403
Nada cambia... ¡¡o sí!!!!
Con su cola o con sus pies llámalo hombre o llámalo pez, nada cambia...¿o si?
Peces gordos dentro y fuera, tierra o mar que más da.
¡Siempre los ha habido y siempre los habrá!!.
Nombre: Mayte Estébanez de Celis
Modalidad: D
El campanero del mar
Poesía de un pez, mundo de un poeta que escribe en su libreta mil y una letras de amor. Pez que vives en el acuario tu foto para el anuario va a tocar las campanas en el mar
Escrito: por Rocío Gómez Peña
Modalidad A
El BiblioPez
Un tiempo entre lecturas y mi Pez, pegando su cara al cristal de la pecera, expelía burbujeantes palabras. Hemos viajado juntos al Valle del Asombro, descubierto Palmeras en la Nieve y besado al Amante de Lady Chatterley. Nunca un pececito fue tan filósofo.
Lorenza Peña Iglesia
Modalidad D
Sueños de libertad
Al alba, en la mar el agua se ilumina y reclama al pez que me besa cada noche, y se me resbala entre los dedos fríos dejándolos desamparados y aferrados con rabia a los barrotes de esta celda
autora: Alba Plata Rodrigo
modalidad: A
Realidad incierta
El inspector avanzaba en la investigación del crimen. Las pruebas resultaban cada vez más reveladoras, se sentía como pez en el agua, hasta que vio la sangre en sus manos.
Autor: Juan Francisco Mendoza Rielo.
Modalidad A.
Falsas apariencias
Me adentré en el mar y descubrí los restos de un naufragio. Tomé aire y buceé por las estancias del viejo galeón y cuando subí a la superficie para volver respirar descubrí un nuevo continente .
Autora: Kelly Dayana Auz Orbe
Modalidad A
Recuerdos
Todo era oscuridad. El rocío congelaba mi casa y la poblaba de peces diferentes, como los recuerdos de toda una vida. En sueños regresé a la casa de mis abuelos. Allí encontré una caja con mi nombre y dentro de ella las fotografías con las que siempre sueño.
Autor: Johana Preciado Bravo
Modalidad: A
Travesía
Subiendo por las rayas de polvo y luz de la última ventana del aula, inicié mi viaje a Oceanix. Un pez me llevó a su escondite y allí jugaba a lanzarme por los aires. En una vuelta me dejó caer y vi como el profesor me retiraba el examen.
Autor: M ª José Domínguez Domínguez
Modalidad A
Caso abierto
El detective deliró al advertir que las pistas conducían siempre al inicio, como pez que se muerde la cola. Abrió el periódico en un intento de evasión, pero las palabras se convertían en inquietantes imágenes. Cuando las letras comenzaron a formar su propio nombre, el sonido de una sirena le sobrecogió y, al instante, el timbre de su apartamento le reveló al asesino.
Autor: Carlos González Rodríguez
Modalidad A
No le quiso. Cuando acabó la tormenta, volvió a estar a la intemperie, pero luchó como pez varado en la orilla.
Modalidad A
Autor: Jessica Toril Denche
'Cárcel de cristal''
Su padre no quería comprarle un pez y el lloró toda la tarde en su habitación acristalada. Al día siguiente se escapó nadando de su celda de agua salada.
Autor. Alejandro Denche Delgado
Modalidad A
"Entré en casa con urgencia"
Paseando por el muro de la charca, el móvil se me cayó al agua y un pez se lo tragó. Deambulé por aquellos parajes libremente, ilocalizable. Cuando llegué a casa esa noche sentí una llamada urgente. En el fondo del inodoro rescaté mi teléfono.
Modalidad A
Autor: Pedro Manuel Rosa Durán
"Fin"
Aquella noche ella parecía un pececillo y él un tiburón: los golpes no cesaban, los gritos no callaban, y el alba trajo el rocío teñido de rojo.
Autor: Carla Tato Bazaga
Modalidad A
Calentamiento global.
Veo pasar los días. El abismo acecha, los peces lloran. La tierra muere ahogada
Autor: Jaime Muñoz De La Espada Quesada
Modalidad: A Ganador
¿Cómo puede ser un pez una mascota? ¿Se le puede coger cariño? Es raro, porque no se le puede acariciar, ni dar besitos, ni sacarle de paseo. Hay una película de dibujos animados que se llama "Nemo". Un nombre muy bonito para un pez, pero el que yo conocí se llamaba "Naranjita". Le tocó a mi prima en la feria el año pasado. Nos hizo mucha ilusión, aunque aquella tarde teníamos que turnarnos para ir montando en los "cacharritos".
Ya de camino a casa en el coche sujetábamos bien la caja de "Naranjita" y al llegar a casa lo pusimos en una palangana más grande.
Mis primos se quedaron todo el fin de semana en mi casa porque mis tíos se habían separado y así mis primos se podían relajar un par de días.
Mi prima se preocupaba mucho por su pez. Por la mañana le había comprado comida, una pecera redondita para ponerla encima de la mesa y yo, que tengo una gata, pensaba: "¿Cómo puede querer tanto al pez si no puede achucharle, ni acariciarle, si sólo lo mira?".
Además, cada que lo miraba se le escapaban las lágrimas, aunque ella decía que era por la alergia.
¡Mi prima Celia es muy llorona!
Mis primos estuvieron en mi casa durante quince días hasta que mi tía vino a buscarlos. Un mes después, mi prima me llamó llorando para decirme que "Naranjita" había muerto... Es curioso, porque lloró por su pez y no porque les abandonó su padre.
¿Cómo se puede querer tanto a un pez si no se le puede acariciar ni dar besitos ni sacarle de paseo?
Marta Orovengua Flores
Colegio Público "Cervantes"
Modalidad C. Mención especial