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Comentamos la novela de Antonio G. Iturbe
- Detalles
- Última actualización el Miércoles, 04 Octubre 2017 08:11
- Publicado el Viernes, 06 Noviembre 2015 09:45
- Escrito por Nieves Ballesteros
- Visto: 2139
"La bibliotecaria de Auschwitz", una novela de sentimientos, te aconsejamos que te sumerjas entre su páginas, no te decepcionará. Aunque a algunas de las chicas el libro les ha parecido triste, incluso un poco agobiante y parecía un poco más de lo mismo, desesperación, muerte y sufrimiento en los campos de concentración nazis, todas hemos estado de acuerdo en que es una novela diferente. Creemos que leyendo este tipo de historias tan personales, les rendimos un justo y merecido homenaje a todos aquellos héroes y heroínas anónimos, como el caso de Dita, la protagonista de esta novela, casi autobiográfica, o de Hirsch, fundador de una escuela dentro de un campo de genocidio, en definitiva, nuestra atención va para todos aquellos que estuvieron dispuestos a perder su vida para lograr que otros pudiesen seguir teniendo esperanza.
Conmovedora, el Holocausto visto desde un punto de vista diferente, la narración del día a día de un campo de concentración. La vida abriéndose camino a pesar de todo, el ser humano con todas esas miserias, (rabia, odio, envidia, desesperación, amor), que nos hace ser diferentes al resto de los animales. Los niños aprendiendo en una escuela, carente de todo pero escuela al fin y al cabo, descubriendo los libros y el placer de saber. Unos profesores que luchan por su vida pero que no se olvidan de que la esperanza y el futuro deben sobrevivir. Un paraíso dentro de un infierno aterrador.
La novela está llena de hermosas frases que no te dejan indiferente, véase esta muestra:
"No importa cuántas barreras te pongan si abre un libro puedes saltártelas todas".
"A lo largo de la historia, todos los dictadores, tiranos y represores, fuesen arios, negros, orientales, árabes, eslavos o de cualquier color de piel, defendieran la revolución popular, los privilegios de las clases patricias, el mandato de Dios o la disciplina sumaria de los militares, fuera cual fuese su ideología, todos ellos han tenido algo en común: siempre han perseguido con saña los libros. Son muy peligrosos, hacen pensar" (p.14).